Mejora en la eficiencia y productividad
Al dividir los proyectos en tareas más pequeñas y manejables, los equipos pueden enfocarse en entregas parciales pero funcionales, evitando la acumulación de tareas y mejorando la productividad. Además, el enfoque ágil promueve la eliminación de obstáculos (o «impedimentos») que ralentizan el trabajo.